Parque de Doña Rosalina
Este parque, inaugurado en el cambio de siglo, da nombre a su benefactora, doña Rosalina Uribarri Madariagas, que lo cedió al municipio para disfrute y uso de la ciudadanía.
Se encuentra en una hondonada a la entrada de la villa, por el acceso de la carretera que viene de Córdoba. Su riqueza en aguas fue el principio de una próspera industria cerámica a principios del siglo XX. Perdida su función, el recinto quedó en desuso, hasta que a finales del siglo los descendientes de doña Rosalina lo donaron a la villa. Es el momento en el que el Ayuntamiento lo transformó en el espacio verde actual, que supone un respiro y pulmón urbano, a la vez que da la bienvenida al pueblo.
(Texto: F.M.E.J.)