fotografia: Antonio Yuste Redondo

Fuente de los Caños Dorados

La fuente de los «Caños Dorados en la más representativa de la villa y una de las más destacadas de la provincia. Se comenzó a plantear en 1775 cuando el Cabildo municipal se dio cuenta de la necesidad de construir una nueva fuente pública. El 22 de diciembre del mismo año ya se constata la autorización de su obra por parte del Real y Supremo Concejo de Castilla, liberándose 1.300 reales de caudales propios para su realización.

El pilón y los dos pedestales fueron contratados en Córdoba con los maestros canteros Juan Gutiérrez y Francisco Carrasco. Las piezas fueron conducidas altruistamente por los labradores de la localidad en 11 carretas.

El contrato de la fuente refleja que debía ser de piedra franca de Sierra Morena y que debía estar hecha en octubre de ese mismo año para trasladarla a la villa. El sexto conde, Carlos José Gutiérrez de los Ríos, hizo venir desde Cádiz a tres alarifes para su instalación.

Finalmente fue inaugurada el 25 de julio de 1777. El corregidor, Francisco Bermúdez de Cañas, concluyó el acto inaugural con estas palabras: «Aquí queda esta obra para la perpetuidad».

Desde entonces, la fuente se abastece de la mina de agua de El Encinar. Como conclusión, en 1782 se talló en el pilar del Este una inscripción con el principio de la obra, así como el escudo del antiguo Concejo de la Villa de Fernán Núñez, conforme al emblema que existía, por aquel entonces, en la Sala Capitular local.

(Texto: F.M.E.J.)