Historia de las artes plásticas

HISTORIA DE LA PINTURA EN FERNÁN NÚÑEZ

(Texto: F.M.E.J.)

 «Para la perfección en la Pintura, y Escultura es esencialísima la Geometría, y el conocimiento de estas Artes no solo es útil para el culto, y ornato de la vida, sino muy conveniente para operaciones prácticas de las más graves cosas que en ella se ofrecen al Príncipe, ò hombre señalado».

 Discurso IX, El Hombre Práctico, Francisco Gutiérrez de los Ríos (1686)

Fernán Núñez: tierra de pintura

Fernán Núñez es tierra de pintura… Y de pintores. Incluso el mismo Francisco de Goya y Lucientes inmortalizó nuestra tierra en verano de 1787 en el cuadro «La familia del VI conde». Previamente, Vicente Mariani Todoli, grabador y protegido del mismo aristócrata, había realizado una serie de dibujos en mayo del mismo año para ilustrar la entrada de la villa en el Atlante Español de Bernardo Espinalt.

Sin embargo, ninguna de estas piezas se conservó en la villa. E, igualmente, ya había pinturas e imágenes precedentes del municipio en el Palacio Ducal. Para ello, debemos remontarnos al origen de la pintura en la localidad, a través de la actual colección del palacio.

El conjunto, formado por 27 obras, está compuesto por lienzos de diferente temática y tamaño, así como de diferentes épocas y estilos, datándose entre el Barroco y el Neoclásico. En cuanto a su temática, se distinguen 5 grupos: retratos, cuadros históricos, árboles genealógicos, paisajes y pintura religiosa.

Es muy probable que el origen de la colección se deba a Francisco Gutiérrez de los Ríos (1644-1721), III conde de Fernán Núñez, en el último cuarto del siglo XVII. Su nieto, el VI conde, continuaría esta tendencia culminando con él la presente colección.

Muchas de las obras, aunque no poseen un gran valor artístico, sí tienen un importante valor documental, reproduciendo parte de la historia de España, en especial la época de la Reconquista.

Las pinturas están realizadas sobre tela de lino, manifestando muchas de ellas una intervención anterior, la cual pudo deberse a los daños ocasionados por el terremoto de 1755 que provocó desperfectos en el palacio y el deterioro y perdida de otras tantas obras, restaurándose y adaptándose en Córdoba para decorar el nuevo palacio que construyó el VI conde a partir de 1783.

La autoría de estos cuadros es muy dispar. Solamente aparecen firmadas 3 de las 27 obras, siendo el resto anónimas.

En primer lugar, encontramos una galería de retratos. Los lienzos más antiguos son los de D. Alonso Primer Conde de Fernán Núñez y Niño con gola y armadura, (posible retrato de Felipe III), de comienzos del siglo XVII.

Asimismo, en la galería de don Francisco no podía faltar un retrato de su padre, el Excmo. Sr. D. Diego Gutiérrez de los Ríos y Guzmán, II conde; su hermana la abadesa del convento de la Concepción de Córdoba, Inés Gutiérrez de los Ríos; así como sus suegros, el Excmo. Sr. D. Antonio Zapata de Mendoza, III conde de Barajas y la Excma. Sra. D.ª Ana María de Silva y Guzmán, condesa de Barajas; y su esposa la Excma. Sra. Doña Catalina Zapata.

A esta galería de retratos el VI conde añadiría una pareja de lienzos de sus padres, formada por el Excmo. Sr. D. Josef Diego Gutiérrez de los Ríos, V Conde de Fernán Núñez y su esposa la Excma. Sra. D.ª Charlotte Félicité de Rohan-Chabot, dos pinturas anónimas, aunque del mismo artista, de la primera mitad del siglo XVIII.

La galería se completó con su retrato personal, que quizás sea el mejor lienzo de la colección: el Excmo. Sr. Don Carlos José Gutiérrez de los Ríos. La obra fue realizada en 1779 por Joaquín Inza y Ainsa (1736-1811).

Fuera de esta temática, el grueso de la colección del III conde lo va a componer una serie de cuadros históricos y árboles genealógicos. Se trata de un conjunto de pinturas de exaltación del linaje, unas obras con unas características similares en cuanto a dimensiones y ejecución.

Entre las piezas destacan el Árbol genealógico de la Casa de Fernán Núñez de 1695 y el Árbol genealógico con las líneas reales próximas a la Casa de Fernán Núñez de 1707, de gran formato y valor histórico, que surgen como resultado del libro Catálogo Historial Genealógico de la Casa de Fernán Núñez publicado en 1682 por Luis de Salazar y Castro.

 Por su parte, los cuadros históricos son seis, de autor anónimo, como:

  • Don Fernando Gutiérrez en la primera conquista de Almería.
  • El Reparto de las behetrías entre Ríos, Osorios y Villalobos.
  • El Reparto de Córdoba por Fernando III El Santo entre sus ganadores.
  • La Muerte de don Sebastián Gutiérrez en el cerco de Sevilla.
  • El Levantamiento del sitio de Castro del Río por Martín Alonso de Córdoba.
  • El Cerco de Córdoba por Mohamad de Granada o Batalla del Campo de la Verdad.

La exaltación del poder no solo se basaría en reflejar la historia del linaje, sino en mostrar las vistas de sus bienes terrenales a través de distintos paisajes. Consciente de la importancia de esta temática, el III conde dispondrá en su pinacoteca de una Vista de la Villa de Linares, así como una Vista de la Jurisdicción de Bencales y de la Villa y fortaleza de la Morena.

El VI conde también decoró el palacio con unas vistas de las mejoras que estaba proporcionando en su jurisdicción. De ellas se han conservado solo 2 lienzos: Plano de la Población de la Villa de la Morena en el año 1768 por el Ilustrísimo Señor Conde y Vista del Palacio, Caballerizas y Plaza de la Villa de Fernán Núñez por el lado de la Alameda, realizadas por el pintor portugués José Ciryaco Marques en 1785.

Finalmente comentaremos las pinturas religiosas, dos de las cuales presentan una evidente cercanía a los cuadros históricos y árboles genealógicos de Francisco de los Ríos. Entre los cuadros sacros encontramos la Procesión de Ntra. Sra. de Guadalupe, de alto valor gráfico, al mostrar al fondo una vista de la villa de finales del siglo XVII.

Por otro lado, merece especial atención la obra Imposición de la casulla a San Ildefonso, que hasta 1983 formó pareja con Adoración de los Reyes en la capilla de Santa Escolástica. Actualmente se encuentra depositado en la parroquia de Santa Marina.

Por último, comentar dos pinturas anónimas, de menor tamaño y calidad, que datamos entre finales del siglo XVIII y comienzos del XIX: San Ignacio de Loyola y San Antonio, el Niño Jesús y otro Santo. Estas dos últimas piezas vienen a ser las típicas obras seriadas de la época, por lo que no es de extrañar ver algunas similares en iglesias y palacios señoriales del momento.

HISTORIA DE LA ESCULTURA EN FERNÁN NÚÑEZ

(Texto: F.M.E.J.)

«Para la perfección en la Pintura, y Escultura es esencialísima la Geometría, y el conocimiento de estas Artes no solo es útil para el culto, y ornato de la vida, sino muy conveniente para operaciones prácticas de las más graves cosas que en ella se ofrecen al Príncipe, ò hombre señalado».

Discurso IX, El Hombre Práctico, Francisco Gutiérrez de los Ríos (1686)

Fernán Núñez: tierra de esculturas

Que Fernán Núñez es tierra de esculturas no da lugar a dudas. Solo hay que pasearse por su villa y encontrar en cualquier rincón una de ellas. Pero, ¿sabes cuáles son las piezas más antiguas del municipio?

Actualmente, las esculturas más antiguas son las conservadas en el Palacio Ducal. Como casi todo en este edificio, su origen se debe a Francisco Gutiérrez de los Ríos (1644-1721), III conde de Fernán Núñez. Más adelante, ya en el siglo XVIII, Carlos José Gutiérrez de los Ríos (1742-1795), complementaría la anterior colección con una serie de imágenes religiosas y retratos de los distintos miembros del linaje señorial.

En 1717, Francisco de los Ríos declaró en su testamento que tenía una serie esculturas de artistas excelentes destinadas al adorno de su palacio y jardines y que estaban vinculadas a su mayorazgo. De ellas, se han conservado 13:

  • Un busto romano antiguo y un retrato de una dama romana en mármol blanco, anónimos, probablemente del siglo IV-V, esto es, el Bajo Imperio Romano.
  • Cuatro medios cuerpos de mármol moderno, que son los emperadores de la escalinata. Están realizados en mármol banco y son cuatro obras anónimas modernas, realizadas a partir de un original romano tipo «thoracatae» del Bajo Imperio (s. III-IV).
  • Seguidamente hallamos dos cabezas de mármol: una de un adulto y otra de un joven. Probablemente sean dos copias modernas del Bajo Imperio Romano (S. III-IV).
  • Continuando con la colección, nos encontramos con los retratos de los terceros condes. En primer lugar, observamos el retrato de Francisco Gutiérrez de los Ríos, vestido con toga al estilo romano y coraza ornamentada con una máscara de medusa, muy cercano a las figuras antedichas. Como pareja a esta pieza está el busto de su esposa doña Catalina Zapata. Ambos fueron realizados en mármol de Génova por el escultor flamenco Nicolaes Millich.
  • Los dos últimos bustos que componen la colección de Francisco de los Ríos son dos copias modernas de retratos del Alto Imperio Romano, una del siglo I y otra de finales de este periodo, ya en el siglo III. La primera representa a un emperador romano laureado, muy idealizado. La segunda, con una vestimenta tipo thoracatae, refleja a un personaje de la administración romana caracterizado por su realismo.
  • Junto a estos bustos, el tercer conde tenía una imagen de gran estima de Jesús Resucitado o Salvador que presidió el oratorio bajo del palacio y que, con posterioridad, su nieto Carlos José lo destinó a la capilla. Se trataría de la imagen devocional más antigua del inmueble y, por extensión, seguramente lo sea en todo el municipio. Se trata de una efigie de tamaño natural, tallada en madera y policromada, en la que destaca el estofado del paño. En la actualidad se encuentra depositada en la parroquia de Santa Marina de Aguas Santas.

En total, se han identificado y conservado 13 esculturas de la colección de Francisco Gutiérrez de los Ríos. Su nieto, Carlos José, amplió brevemente esta colección. Además de algunas imágenes religiosas, estuvo más interesado en la ejecución de retratos del linaje que en la adquisición de bustos de estilo clásico.

Del incremento de este tipo de piezas por parte del VI conde solamente se han conservado 6 bienes divididos en 3 imágenes y 3 bustos. Estas son:

  • Imágenes de la capilla de Santa Escolástica, es decir, las esculturas de Santa Escolástica y de San Carlos Borromeo. En 1783 fueron encargadas, probablemente, a Francisco de Arellano, para ocupar dos de los altares. No se instalaron en el templo hasta el 10 de febrero de 1785.
  • Junto a estas piezas, Carlos José dejó para la capilla una imagen de la Virgen de la Soledad, herencia de su hermana Escolástica de los Ríos. Se trata de una pequeña talla de la primera mitad del siglo XVIII, de gran valor, en madera policromada atribuida a José de Mora.

Por último, el sexto conde también encargó a Francisco de Arellano la talla de varios retratos del linaje, de los cuales se han conservado 3:

  • Una copia de la escultura del III conde, en mármol blanco, ejecutada en 1785. En el frontal de la peana se añadió una inscripción que expresa lo siguiente: «EX.mo S. D.n FRAN.co D los Ríos C. 3º F.». (Excelentísimo Señor Don Francisco de los Ríos, Tercer Conde de Fernán Núñez).
  • Un busto en mármol blanco de José Gutiérrez de los Ríos, V conde de Fernán Núñez, muy cercana a la anterior. De hecho, a excepción de la cabeza, el cuerpo está tallado exactamente igual y tiene el pelo con la misma disposición. Fue concluido en 1786 y está colocado en una de las pilastras de entrada a las caballerizas de palacio.
  • Otro retrato en mármol blanco, de Carlos José Gutiérrez de los Ríos, VI conde, realizado en 1786 a partir del lienzo que hay en palacio del mismo aristócrata y que fue elaborado por Joaquín de Inza. Fue colocado en la otra pilastra de entrada de las caballerizas en mayo de 1787.

A pesar de este breve compendio, son muchas más las esculturas que decoraron el conjunto palatino. No obstante, esta muestra refleja el pasado de esplendor de la villa ducal y un interés constante por la escultura como elemento decorativo que se ha ido heredando hasta la actualidad.